martes, 15 de marzo de 2011

Reparación de la Reparación (Historia de un Microondas)


Debo decir que no soy muy partidario de los “Días mundiales” pero en honor al día de hoy, "Día Mundial de los Derechos del Consumidor", voy a explicar una bonita historia sobre una reparación. Entre las muchas situaciones que me he visto en calidad de consumidor creo que esta es la mas rastrera por parte de un servicio técnico.


Todo empezó una día en el que a al microondas le dejo de funcionar el botón “start”, todos los que estéis familiarizados con el gran mundo de los aparatos eléctricos sabréis que cualquier aparato que disponga de ese botón, por norma, tiende a ser fundamental para el funcionamiento del mismo, así que sin ese botón el “micro” solo servía de pisapapeles.


Al haber caducado el periodo de garantía de la marca mi madre decidió llamar al seguro, que si se paga para algo te tiene que servir. El señor del seguro, muy amable, le comunico a mi madre que le enviarían un “profesional” para la reparación, dejando los costes de mano de obra a cargo del seguro pero que la pieza (en el caso que fuera una pieza) correría a cargo nuestro. Total, es un botón – pensé – no debe ser muy costoso.


El “profesional” que vino a ver el microondas, muy amable también, lo desmontó y le dijo a mi madre que se lo tenia que llevar para cambiarle una pieza, y ahí quedo la cosa, recogió sus herramientas y salió por la puerta microondas en mano.


Después de unos días, este “profesional” llamo por teléfono diciendo que al ser un aparato de buena marca la pieza que precisaba era mas cara de lo esperado, debían cambiarle el “grupo de mandos” y el total de la factura (IVA incluido) seria de 70,8€ (menos mal que no entraba la mano de obra).


Aquí es donde te encuentras con un problema, todos los electrodomésticos de la cocina son de la misma marca y estilo, y al haber pasado 6 años desde su compra ya no venden el mismo modelo, así que o dices que si o te gastas una pasta para que haga juego. Mi madre le dio el “OK” y al día siguiente ya teníamos el microondas a pleno rendimiento calentando la leche por las mañanas. Pero la alegría no duró mucho tiempo, a la semana el botón “start” se estropeo del todo, no solo no funcionaba sino que se hundía hasta dentro cuando lo presionabas. ¡OJO! Aquí hay gato encerrado, ¿seguro que cambiaron ese “grupo de mandos”? Bueno – dijimos – la reparación tiene 3 meses (mínimo) de garantía, que se lo vuelvan a llevar y que lo arreglen. Y así fue.


Pasaron un par de días hasta que volvimos a tener noticias por parte del “profesional”, este señor llamo a mi madre explicándole que al microondas había que cambiarle toda la botonera (¿no era eso el “grupo de mandos”?) y al tener que pedirla a la marca costaría 90€ (mas IVA) ¡¿CÓMO?! Perdonen pero es la primera vez en mi vida que me piden dinero por la reparación en garantia de la reparación que ellos mismos han hecho. Al tener serias dudas sobre la veracidad de la primera reparación mi madre le pidió (después de una bronca monumental que el “profesional” escuchó en silencio) que le devolvieran el dinero y el microondas tal y como estaba al principio.


Dos “secuaces” del “profesional” trajeron de vuelta el aparato y con la cabeza gacha y en silencio devolvieron el dinero a mi madre. A mi la intriga me mataba, quería saber lo que le habían hecho por dentro al electrodoméstico, así que lo abrí.


Pues bien, aquí llega lo bueno. Cuando lo abrí vi que la pieza por la que cobraron 70,8€ era un simple microbotón que tan solo cuesta 0,80€, los cuales ni pagaron porque intentaron arreglar el anterior que estaba ya roto, de ahí que la primera reparación durara tan solo una semana. En la segunda reparación pensaron que si se tenían que gastar la friolera de 0,80€ por un microbotón nuevo los tenían que recuperar con creces engordando la factura como sea, de ahí los 90€ (mas IVA). Pero no contaron con que la gente no es tonta, por lo menos no todas las personas, y a veces, solo a veces el ”profesional” se topa con alguien normal que le devuelve los pies a la tierra aunque sea solo por unos minutos.


Lo peor de toda esta historia es que mucha gente cae en las redes de estos impresentables que te hacen una chapuza, si te la hacen, y te multiplican la factura por cien, viven del cuento de las aseguradoras (me gustaría ver la factura de la mano de obra) y de la gente normal que solo quiere aprovechar sus aparatos para no tener que comprar uno nuevo, ya sea por dinero, por valor sentimental o por cuidar del medio ambiente. A toda esta gentuza les digo que nosotros, simples consumidores a los que habéis querido timar, os mandamos a tomar por culo.


PD: El microondas lo arregle la misma tarde que lo trajeron por 0,80€ mas un trozo de estaño que no costaría ni 0,01€.



martes, 15 de febrero de 2011

Fumando espero...


No puede ser lo que he leído hoy en el periódico, ¡resulta que en una obra de teatro se puede fumar tabaco! Si es que hay maleantes hasta en el arte, que vayas a ver una obra ambientada en el mundo “Hippie” del Nueva York de mediados de los 60 y salgan al escenario veinte malhechores armados con su nicotina y su alquitrán, cuando en los años 60 lo que había en esos ambientes era marihuana es de tomarnos por tontos. Me parece deplorable que hayan multado a los responsables del musical cuando les deberían de haber prendido fuego directamente por estafar al publico. Gracias a dios que aun queda gente que utiliza la cabeza para algo mas que para ponerse el sombrero y haya llevado este caso a las autoridades pertinentes, este héroe anónimo, después de haberse depurado los pulmones con un buen coñac en el bar que hace esquina al lado del Teatro Apolo (dentro, por supuesto) herido aun de muerte y con dificultades respiratorias y visuales se dirigió a la primera comisaria que pudo a poner una denuncia. La obra no me ha desagradado – añadió – pero me siento estafado, ¡en la obra no se hablaba de Dios!


Vamos a ponernos serios señores, creo que esto se les esta yendo de las manos esos vividores con traje, los mismos que si les va de un euro fuman hasta en casa de tu abuela enferma tirándole el humo a la cara. Resulta que ahora la ley prohibirá a actores y actrices fumar en un escenario aunque lo exija el guion, vamos, que no tienen bastante con echar a todos esos terroristas de la nicotina a la calle a bajo cero porque están enganchados a una droga que es totalmente legal y por la que nuestro gobierno se embolso unos 9842,3 millones de euros en el año 2010 entre impuestos especiales e IVA, que ahora van a tener que salir a escena nuestros actores y actrices con un cigarro de polvos de talco. Eso por no decir que mas de uno de los que nos “representa” se fumara unos caliqueños que no caben en mi armario en un espacio mas cerrado que el laboratorio que estudia el “Ébola”, que el dinero no da la felicidad pero da unas facilidades.


Yo soy fumador, y entiendo que el no fumador no quiera intoxicarse con mi humo, pero eso ya estaba arreglado, había lugares de fumadores y de no fumadores, podíamos elegir, en eso se basa la libertad, en la elección. Antes nadie perdía y todos ganaban, si alguien no fumaba respiraba aire puro en locales donde no se podía fumar. Ahora me siento avergonzado, salgo a fumar a la calle y me siento un bicho, un portador de enfermedad contagiosa.


Amigos "Progres", la están cagando pero bien, no solo le están dando la mejor campaña política a la oposición, sino que además se están hundiendo en la mierda mas espesa, donde van a estar nadando para poder salir en varias legislaturas futuras. Yo les pido que se dejen de tonterías y se fijen en otras cosas mas importantes, otras por las que no recaudaran tanto, no, pero que si las arreglaran, nosotros, el pueblo, tendremos mas facilidades para pagar sus multas, encajaríamos sus prohibiciones con el estomago lleno, soportaríamos sus mentiras desde un puesto de trabajo y respiraríamos la contaminación que la ciudad emana con orgullo. Si arreglaran todas esas cosas, yo les prometo que cuando me jubile dejaré de fumar.

jueves, 10 de febrero de 2011

El refrán


Bienvenidos a mi blog, si señoras y señores, aquí el más tonto hace relojes, siempre me ha gustado esa frase, es una frase que sirve para muchas ocasiones, por ejemplo, estas viendo la televisión, ese gran invento, y haciendo zapping encuentras algo interesante (algo prácticamente imposible con nuestra TDT de hoy en día). Pero imaginemos mas, resulta que es un documental sobre la agricultura en España, y ves que al pobre agricultor le pagan a 0,10€ el Kilo de tomates. De repente vienen a tu mente las compras del sábado tarde, ¡¡el kilo de tomates que compraste te costó 1,50€!! Claro, haces cálculos y unes cabos, entre el agricultor y el súper hay algún listo que se embolsa mas de lo que debe, y por supuesto aquí cabe la frase, aquí el mas tonto hace relojes macho.


Pero no solo acaba aquí el uso de este gran refrán que en estos tiempos que corren cada quince minutos me viene a la cabeza, sus posibilidades son infinitas. Veamos, ya que tenemos la mente abierta intentemos volver a imaginar, ahora tocaremos un poco el tema de los políticos. Imagínense que estamos en crisis, ahora imagínense que el gobierno habla cada día del compromiso de la población, del recorte de presupuestos y de las subidas de edad de jubilación, pero por otra parte ves que los mismo políticos que te lo dicen, a parte de cobrar del estado, tienen sus negocios propios, granando unos sueldos desorbitados, y no solo políticos en activo, si no ex políticos, ex presidentes que cobran unos 80.000€ anuales del estado y unos 200.000€ de empresas privadas, por no hablar de chanchullos varios que consiguieron haciendo amigos mientras estaban enchufados en el poder, pues bien, como ya vengo diciendo desde el principio, aquí también cabe la frase, aquí el más tonto hace relojes.


Ahora propongo que dejemos ya de imaginar, que abramos los ojos y soltemos todas nuestras opiniones y desacuerdos sobre esos “relojeros” que tengamos en mente, por eso he abierto este blog, para poder desahogarme e intercambiar impresiones con vosotros, la gente de a pie, los que mas tenemos en mente ese refrán, algunos tendréis otro refrán con el mismo significado pero con otras palabras para estos casos, otros tendréis otra forma de expresar el sentimiento que os causa ver los actos de millones de “relojeros” que vemos cada dia en las noticias y diarios, otros simplemente piensan: Madre mia… aquí el mas tonto hace relojes.